sábado, 12 de noviembre de 2011

Dos retablos de la Virgen del Rosario (Vinaròs)

Retablo Mare de Déu del Rosari, en una vivienda particular de la calle San Cristóbal en Vinaròs.
(inédito hasta la actual publicación)
NTRA. SRA. DEL ROSARIO
En la religión católica, la mediación ante Jesucristo-Dios se reserva de forma directa a la Virgen que ofrece instrumentos físicos tangibles de salvación, por ejemplo un rosario (la Virgen del Rosario), o un escapulario (la Virgen del Carmen). También cumple la Virgen como modelo de identificación materno-filial, así se refleja con el trato como “madre nuestra” en la mayoría de oraciones. La devoción a la Virgen del Rosario se remonta al siglo XIII. Según la tradición, en 1218, la Virgen se presentó ante santo Domingo de Guzmán y le entregó un rosario que el Santo utilizó para realizar sus predicaciones contra la herejía albigense, dejando el encargo a los religiosos de su Orden de generalizar su uso.
La devoción específica a Santo Domingo de Guzmán y a Ntra. Sra. del Rosario llega a Vinaròs a través de las estrechas relaciones comerciales establecidas entre el puerto vinarocense y el de Nápoles, consecuencia de la intensa actividad comercial marítima con Italia. Así pues, gracias a la influencia italiana, se difundieron el culto a Santo Domingo, a la Virgen del Rosario y también a San Cayetano, como santos recientes, novedosos y proclives a hacer gran cantidad de milagros. El 22 de julio de 1570 el dominico vinarocense Cosme Gombau, fundaba la Cofradía de la Exaltación del Nombre de María bajo la Advocación del Rosario. Esta devoción fue difundida por la Orden de los Dominicos a partir de las revelaciones de Santa Brígida. El destacado protagonismo de la Cofradía del Rosario se hizo patente con la decisión del Concejo de la Villa de Vinaròs de poner la calle mayor bajo el patrocinio de Santo Domingo de Guzmán y la calle perpendicular a ésta, que era el acceso al antiguo Ayuntamiento, bajo la tutela  de Ntra. Sra. del Rosario, calle que antes era conocida como de la Carnisseria o de l’Arc (también del Portalet). (Xavier Palomo, 2008, Fonoll, Amics de Vinaròs)


ICONOGRAFÍA DEL RETABLO
Las primeras representaciones de la Virgen del Rosario utilizadas por los dominicos eran una variante de la Virgen de Misericordia, si bien éstos sustituyeron a los orantes bajo el manto de la Virgen (los donantes que habían costeado el retablo), por las imágenes de los santos de su Orden colocados a ambos extremos del mismo, dando al cuadro una apariencia triangular. En este caso, la Virgen y el Niño Jesús entregan sendos rosarios a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos, y a la primera entre las santas dominicas: Santa Catalina de Siena, representada con corona de espinas, tal como se hallan en el retablo que estamos describiendo. Otro tipo iconográfico nos muestra solamente a la Virgen coronada, con el Niño en brazos, éste con o sin corona, y con el santo rosario en sus manos o en las de su Hijo.


Detalle de la composición central del panel de la Virgen del Rosario sita en la calle de San Cristònal de Vinaròs.


RETABLO DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO A
SANTO DOMINGO DE GUZMÁN Y A SANTA CATALINA DE SIENA.
Se trata de un panel inédito hasta la fecha, ubicado en una vivienda particular de Vinaròs en la calle de San Cristóbal (casa “La Seca”). Está compuesto de dos piezas de azulejos de gran tamaño, con partición horizontal, midiendo cada baldosa: 41 x 41 cm. de lado, aproximadamente.  El azulejo de la parte inferior es cuadrado mientras que el superior tiene su parte de arriba en forma de arco escarzano. Ambos componen una escena presidida por el Dios Padre y la paloma del Espíritu Santo, donde la zona central se halla ocupada por la Virgen del Rosario que sostiene al Niño Dios en su brazo izquierdo, en el momento en que se aparece a Santo Domingo de Guzmán y a Santa Catalina de Siena, situados de rodillas a ambos lados de la Virgen la cual les entrega sendos rosarios. Las figuras de los dos santos dominicos están personalizadas con sus atributos más característicos (Orden de los Predicadores). Enmarca dicho retablo una simulada hornacina de yesería, esta fornícula presenta un marco formado por una repisa en la base y tres molduras estriadas a modo de columnitas que hacen de guardapolvo.



Grabado anónimo de la Virgen del Rosario, siglos XVIII - XIX


OBSERVACIONES
El tema representado está basado en un grabado de la época. Quizá el probable autor del plafón cerámico sea el pintor Juan Ortiz Álvaro. Siendo la biografía de este artista prácticamente desconocida, aunque se sabe que era valenciano y estudió en la escuela de BBAA de San Carlos en Valencia. Conocemos su nombre gracias al retablo Mare de Déu del Desemparats del Museo Nacional de Cerámica González Martí de Valencia, el cual posee una inscripción raspada con letra cursiva que contiene su firma (Juan O.), el nombre de la fábrica (José Fos) y el año de su realización (1855). Es con este retablo con el cual se compara el de Vinaròs, existiendo muchas similitudes de estilo, técnica y forma entre ambos.

La cronología de este retablo se aproxima al último tercio del siglo XIX. Se trata de una manufactura realizada en los hornos de la ciudad de Valencia, posiblemente salió de la fábrica de Josep Fos Carbonell, durante la época en que estuvo regentada por Luís y José Gastaldo, cuya producción se mantuvo activa desde 1847 hasta 1887. El cual aprovechó el nombre de su antiguo propietario para firmar obras importantes durante unos cuantos años más. Es una capilla devocional de gran calidad artística, con una técnica y estilo depurados y en muy buen estado de conservación, excepto un desconchado -debido a la humedad- que tiene el esmalte del azulejo en la parte central de la túnica de la Virgen del Rosario.

La mayoría de sus paneles y retablos de azulejos están enmarcados por boceles (moldura convexa lisa de sección semicircular o elíptica) y filetes de color amarillo, naranja y marrón, con más o menos anchura según los casos, aunque en nuestro retablo se trata de un marco de color azul con una línea negra interior. Una afinidad más son los rasgos de los personajes que se caracterizan por tener los ojos saltones y redondeados, el cabello rizado y bien peinado, las carnaciones de tonalidad marrón oscuro con amplias zonas brillantes, y la unión de la nariz con las cejas, a veces, forma un ángulo de 90º. Los detalles del suelo están marcados con pequeñas líneas onduladas, que en ocasiones parecen insinuar guijarros.

Este artista hace uso del perfilado para el dibujo, utiliza esponjas para las carnaciones y los raspados son escasos. Las pinceladas son sueltas y largas. En nuestro caso tiene una manera peculiar de resolver la composición pintando toda la superficie del fondo a modo de nubes de tonalidad amarillo y marrón, de forma que destaque sobre el resto de colores. Suele utilizar como base de sus composiciones estampas de grabadores prestigiosos de finales del siglo XVIII y principios del XIX. (Beatriu Navarro y Josep Lluís Cebrián, Recerques del Museu d’Alcoi, 19. 2010, 187-200).


Retablo Ntra. Sra. del Rosario en la calle de su mismo nombre en Vinaròs, año 1940.


PANEL DE LA CALLE VIRGEN DEL ROSARIO
La casa del Consell Municipal, que se ubicaba en la calle de San Juan, se trasladó a un nuevo emplazamiento entre el último tercio del siglo XIV y el primero del XV, este sitio nuevo estaba encima del portal de la calle del Rosari, también conocida como carrer de la Carnisseria o Portalet.
A este nuevo emplazamiento de las dependencias del Ayuntamiento se accedía por la calle del Rosari a través de una escalera exterior de piedra. Éste fue el segundo local del Consistorio, pues la primera casa del Consell de la Vila estuvo situada en la calle del Alfac, la actual calle de San Juan. A principios del siglo XIV ya se mencionaban en algún documento la carnicería y la pescadería, que al menos la primera ya estaría en la propia calle del Rosario, motivo por el cual era conocida en el siglo XVI como calle de la Carnicería.
Retablo moderno ubicado en la calle del Rosario nº 1, en la que fuera la casa natal del escritor e historiador local J.M. Borrás Jarque. Composición vertical de 1/2, 1, 1/2 x 3 (9 piezas), sin hornacina. Enmarcado por una cenefa o marco envolvente de 14 azulejos de serie de 21 x 21 cm. con alfeizar.
Composición e iconografía: El plafón muestra a la Virgen del Rosario sobre una aureola de nubes, con el Niño Jesús subido en el brazo izquierdo. Va vestida con túnica roja y manto azul, el Niño solamente con túnica blanca. Ambos portan sendos rosarios en la mano y llevan corona abierta y aureola. Su rostro no está bien conseguido pues presenta unas sombras poco naturales.
En la parte inferior, la cenefa se separa para albergar dos azulejos con la inscripción: NTRA. SRA. DEL ROSARIO. 1940, virgen cuya devoción estuvo promovida por los frailes dominicos. En su origen era una Virgen protectora contra los sarracenos y berberiscos. Policromía: Azul, rojo, rosa pálido, amarillo, marrón, negro. Datación: Año 1940.

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