jueves, 12 de enero de 2012

Panel cerámico del martirio de San Sebastián (Vinaròs)

Autor texto y fotos:
CARLOS CATALAN FONT
Vinaròs, 04 de noviembre de 2011




Retablo de Sant Sebastià, Vinaròs, calle Sant Joan nº 3.


Retablo urbano devocional de cerámica con la figura de San Sebastián mártir, que está colocado sobre la fachada de la casa número 3, en la calle San Juan de Vinaròs. En el siglo XVI esta calle era conocida como carrer del Alfac y aquí se encontraba la primera casa del Consell y junto a ella el primitivo Horno de la población. Parece ser que en dicha calle también se edificó el primer templo cristiano en el siglo XIII. Conserva una curiosa ventana renacentista originaria de la antigua Aula de Gramática establecida en el siglo XVI. Tras el derribo de la antigua casa el plafón de San Sebastián fue respetado por su propietario quien lo situó en la fachada de la nueva vivienda, sobre la puerta de entrada. Este panel cerámico data de entre 1760 y 1770, y según la tradición siempre ha estado colocado sobre esta misma casa.
La escena del martirio se ubica sobre una verde loma con un gran tronco de árbol en primer término, donde está atado el santo, tras este paisaje aparece el mar como fondo, con unos barcos navegando en la línea del horizonte. A la derecha del cuadro hay una casa junto a una torre defensiva, que podrían representar a la Villa. San Sebastián es uno de los patrones de Vinaròs y aparece como tal documentado desde el siglo XV junto a San Roque, San Fabián y San Jaime, todos ellos santos protectores contra las epidemias de peste.
La composición del mural está formada por doce azulejos policromos (4 x 3) de los cuales los nueve primeros son cuadrados de 21 x 21 cm. y los tres últimos son rectángulos de 21 x 11 cm., cuyas características de estilo y composición corresponden al siglo XVIII, pudiéndose datar aproximadamente entre 1760 y 1780. Está fabricado en Valencia capital. El modelo procede de una estampa xilográfica del repertorio de la imprenta Laborda de Valencia, tanto la figura principal como las armas de la izquierda y el ángel que porta los símbolos glorificadores (corona de laurel y palma).
Muestra a San Sebastián atado al árbol, con saetas clavadas en el brazo, pecho y pierna. Arriba, a la izquierda, un ángel lo corona con laurel. A sus pies vemos un escudo, que se apoya sobre un yelmo y un estandarte, con la inscripción siguiente: LA IMAGEN / DE ESTE SANTO QUE / SE VENERA EN LA HERMITA EN / ESTA VILLA / SEGUN TRADI/ SION SE HIZO EN / ESTA CASA POR / MANOS DE ANGEL / EN TRAGE DE / PEREGRINO, que hace referencia a la leyenda de la autoría de la imagen de San Sebastián, que según la tradición popular, en el año de 1416, esculpieron tres peregrinos que llegaron a Vinaròs, los cuales tras ser hospedados en aquella casa y obsequiados por los vecinos con una hogaza de pan y una jarra de vino, recompensaron a sus benefactores con una imagen tallada de San Sebastián. Esperando los vecinos a la puerta, al cabo de tres días encontraron la estancia vacía, con la comida intacta y la imagen del Santo realizada. En memoria de dicha tradición, se colocó el plafón que podemos contemplar actualmente.


Detalle de la imagen en la calle San Sebastián.






SAN SEBASTIÁN
PANEL DE AZULEJOS (COLECCIÓN PRIVADA) 1880-1890.
Representación de San Sebastián no demasiado común, ya que se dibuja como una persona bastante mayor y con una visible calvicie, tampoco se distingue ninguna flecha clavada en su cuerpo, por lo que respecta a la posición del santo atado a un tronco de árbol (una encina) y el paisaje de relleno sí cumple con los estándares a los que estamos más acostumbrados a ver. Para distinguirlo como una imagen sagrada solamente lleva la aureola luminosa detrás de su cabeza, por lo demás parece tratarse de un personaje vulgar.
Estampa enmarcada mediante un bocel sombreado que da sensación de un marco de madera. El listón superior y de la izquierda con marrón anaranjado y dos trazos rectilíneos de negro manganeso, mientras que los otros dos listones, derecha y abajo, supuestamente receptores de la luz, mantienen un raspado de dos delgadas líneas blancas paralelas, que sugiere el brillo del oro que decoraría el marco de  madera recreado.
El paisaje: La representación del paisaje es muy similar a la de otros paneles de santos de la misma fábrica, se puede decir que todos los de este tipo han salido de los mismos talleres y toman un patrón o modelo estándar (igual que la moldura del marco) siguiendo el uso común de una fórmula paisajística con tres planos diferenciados; el primero una zona a contraluz con montones de tierra y hierbajos de intenso color marrón negruzco; el segundo plano en tonos más claros ocres y amarillos con la sombra del santo proyectada sobre el suelo y detrás una hilera de hierba -a modo de línea del horizonte- y la silueta de dos árboles pintados en diferentes tonalidades de verde; y el tercero con unas montañas lejanas en color violáceo muy tenues. La delicadeza de las montañas se obtiene mediante una aguada de manganeso.
En la parte superior del cielo unas suaves pinceladas difuminadas de azul celeste claro sirven para dar profundidad espacial al cuadro. El dibujo es de una buena calidad, los herbajes del primer y segundo término son característicos del taller que pintó estos retablos. Existe un propósito de iluminación verosímil manifestado por una leve sombra proyectada por el cuerpo del santo hacia la derecha de la composición. A pesar de ello la imagen resulta rígida y convencional; el trazo sigue un mismo patrón de fabricación en serie de estos pequeños retablos devocionales, con una indefinición estilística propia del eclecticismo vigente en el periodo en que fueron realizados (años 1880-1890 c.). En la uniformidad de estas pinturas solamente se individualizan los símbolos que identifican al santo o santa correspondiente.
Época/cronología: último cuarto del siglo XIX. Fabricado en talleres de la ciudad de Valencia. Medidas de los azulejos: dos de 20 x 20 cm. y cuatro de 20 x 10 cm. Medida total del panel: 40 x 40 cm. (dos azulejos enteros en el centro y cuatro medios azulejos en los costados). Técnica: pintura sobre fondo estannífero liso y decoración con estarcido, raspados, esponja para carnaciones. Colores: amarillo, marrón anaranjado, marrón oscuro, negro de manganeso, verde oliva, azul celeste, azul ultramar y rojo, con tonos claros y oscuros.