viernes, 9 de diciembre de 2011

Carrer de Sant Jaume (Vinaròs)

                                                                  Autor del artículo:
                                                                  CARLOS CATALAN FONT
                                                                  Vinaròs, septiembre 2011


Antigua capilla de la Calle Sant Jaume, después de la guerra civil. (Colección de Alfredo Gómez) Posible origen fábrica de Onda.  

CAPILLA DE SANT JAUME, EN VINARÒS.
Este retablo estaba ubicado sobre la fachada de un domicilio particular en la calle de San Jaime nº 15, la cual se corresponde con una de las más antiguas de la población, su nombre original era “calle del Hospital” y formaba parte del primitivo trazado del recinto amurallado medieval, llamada así por la existencia de un establecimiento sanitario, mientras que la referencia documental más antigua que se conoce de la calle con el nombre de “Hospital” data del año 1544. Su festividad se celebra el 25 de julio.
Actualmente los restos de ese panel se encuentran en paradero desconocido. Retablo cerámico de 4, 1/2 x 3 (15 baldosas). Despiece de los azulejos impar y desigual. Técnica: azulejo plano esmaltado, dibujo estarcido y pintado a mano. Ocupaba un profundo nicho a modo de templete u hornacina rematada por un tejadillo en forma de cúpula poligonal que apoyaba sobre unas semi columnas cilíndricas de porcelana adosadas a la pared. Tenía un grueso y moldurado alfeizar. Para su realización se copió de una lámina muy difundida entre los ceramistas de la época, en la cual está impreso el cuadro “Santiago en la Batalla de Clavijo” obra de José Casado del Alisal, y fechado en 1885, que se encuentra en la capilla de las Ordenes Militares en la Basílica San Francisco el Grande de Madrid.

Composición e iconografía: El panel mostraba a Sant Jaume subido en un caballo blanco, con espada en la mano derecha y escudo en la izquierda, arremetiendo contra musulmanes ataviados con turbantes (dos de ellos yacen bajo el caballo, dos más huyen frente a él). Junto al santo, un caballero con armadura renacentista porta una bandera roja con cruz blanca, símbolo de San Jaime. Se representaba a San Jaime (o Santiago Apóstol) según el modelo de las estampas y grabados vigentes entonces como patrón de España. Policromía: Blanco, azul, amarillo, rojo, gris plateado. Datación: Finales del siglo XIX o principios del siglo XX. Durante la guerra civil se destruyó completamente la hilera central vertical de azulejos y el resto de los taulellets se ha perdido.

El retablo representa al apóstol Santiago (San Jaime) apareciendo en la famosa batalla de Clavijo, según una leyenda forjada en el siglo XIII en la que el Apóstol Santiago salió en ayuda de las tropas cristianas dando ánimos a las huestes cristianas que causaron gran cantidad de bajas en las tropas musulmanas. Según esa leyenda, la Batalla de Clavijo tuvo lugar en el año 844 al pie del castillo de la villa riojana, en la que Ramiro I de Asturias contó con la ayuda del Apóstol Santiago para derrotar a los moros.
San Jaime se mostraba con cabellos largos y barbado, vistiendo un hábito de orden religiosa con capa encarnada, montado sobre un caballo blanco al galope y esgrimiendo la espada con su mano derecha, arrollando a las tropas musulmanas y precediendo al ejército cristiano bien armado situado a su derecha. Entre la tropa surge un estandarte rojo con la cruz blanca de su Orden. En un primer plano a los pies del caballo dos guerreros musulmanes: uno yace muerto, otro intenta defenderse en el fragor de la batalla.


SAN JAIME O SANTIAGO
Si buscamos en cualquier diccionario o enciclopedia “San Jaime” nos remitirá a “Santiago”. Ambos nombres corresponden al mismo Santo, cuya festividad se celebra el 25 de Julio. Santiago en hebreo es Jacob y de ahí Yago. Con el paso del tiempo y el uso del vocablo derivó en Santiago, es la forma más popular de este nombre. En latín se le conoce como Sanctus Iacobus, que fue evolucionando a Sant Yaco y Sant Yague hasta Sant Yago. Otra variante del nombre, Jaime proviene de Jacobus; en francés Jacques; en occitano Jacme; en catalán Jacob, Jaume, Dídac; en italiano Gíaccomo; en castellano Jacobo, Jacob, Yago, Jaime, Santiago y Diego.             


Panel moderno con San Jaime, representado como Santiago patrón de España. (Foto: Carlos Catalán)

SAN JAIME COMO SANTIAGO
Máximo exponente de santo protector y patrón de España es Santiago Apóstol, quien tutela y protege todo el territorio español. Aunque también la Purísima Concepción fue declarada “patrona de España y de las Indias” en el año 1760 a instancias del monarca Carlos III. La imagen de azulejos que aquí se expone es moderna y sustituye a la antigua que se ha perdido, aunque la hornacina sigue siendo la misma. Como se puede apreciar, solamente se representa a Santiago Apóstol, sin moros ni sarracenos en actitud de huir o yacentes en el suelo. En este caso se trata de una concesión para no herir sensibilidades de ciertas etnias, ya que la participación de mercenarios norteafricanos (moros) en las filas del ejército de Franco fue común en la guerra civil española. Así, unos 80.000 marroquíes -seguidores del islam- combatieron entre 1936 y 1939 al lado de los militares sublevados contra la República. También ha influido en esa pintura la defe-rencia hacia el colectivo de emigrantes de otras nacionalidades del norte de África que pertenecen al islam.

Cocentaina (Alicante). San Jaime Apóstol Patrón de España en la Batalla de Clavijo del año 844. Retablo de azulejos de la segunda mitad del S. XVIII.

VIDA DE SANTIAGO
Santiago de Zebedeo también llamado Santiago el Mayor (Betsaida, Galilea, 5 a.C. -  Jerusalén, Judea, 44) fue uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret. Era hijo de Zebedeo y Solomé y hermano de Juan Evangelista. Santiago estuvo presente en momentos muy importantes de la vida de Jesús y se ha considerado uno de sus discípulos predilectos. Fue decapitado en tiempos de Herodes Agripa, Rey de Judea. La tradición cuenta que a su muerte, algunas reliquias fueron transportadas a Hispania, concretamente a Galicia. Durante los años 711 a 1492 (periodo de reconquista de la Península), Santiago se convierte en un personaje al que se invoca para obtener la protección divina en la lucha frente a los infieles. Surge un Santiago Matamoros y en las batallas contra los moros en que salía vencedor el bando cristiano, la victoria se atribuía, casi siempre, a la ayuda e intervención divina a través de la invocación a Santiago Apóstol.